Es imposible no pensar en verano y relacionarlo directamente con esta bebida, que se prepara con un tubérculo de pequeño tamaño conocido como chufa (sí, las chufas son familiares de las patatas). Prepararla en casa es muy sencillo, y permite controlar la cantidad de azúcar que añadimos -las versiones industriales son muy azucaradas, y algunas de las artesanas no les van a la zaga-, además de asegurarnos que tiene la textura espesa y gustosa característica de la horchata de calidad. Es importante consumirla rápidamente, porque la corteza de las chufas facilita la fermentación de la horchata -por eso las lavamos tantas veces antes de prepararla- y se estropea en poco tiempo.
Productos con los que prepararla
Ingredientes
- 350 g de chufas
- 1,5 l de agua helada
- 120 g de azúcar glas (o al gusto)
Elaboración paso a paso
- Lavar bien las chufas bajo el grifo, en un colador y con abundante agua corriente, frotándolas con las manos. Pasarlas a una cazuela o un bol grande -crecerán bastante al hidratarse-, añadir agua fría en cantidad y dejar en la nevera como mínimo 12 horas (idealmente, de un día para otro).
- Colar las chufas, tirar el agua de remojo y lavarlas otra vez bajo el grifo, en un colador y con abundante agua corriente, frotándolas.
- Poner el accesorio cuchilla en el vaso de la Chefbot. Añadir las chufas y 500 ml de agua helada. Programar 3 minutos a velocidad 10 y cerrar el vaso.
- Abrir el vaso de la Chefbot y pasar la pasta resultante a un colador de malla muy fina, o usar una bolsa para bebidas vegetales o una tela de algodón limpia. Apretar bien para sacar todo el jugo.
- Poner el jugo en una botella que se pueda cerrar, añadir el azúcar y el litro restante de agua y remover muy bien para que se mezcle y disuelva. Llevar a la nevera un mínimo de una hora y consumir (no tardar más de 48 horas en terminarla).